El remordimiento en un bar
El mal amor o las lagrimas.
Aquellas que limpien las manchas de sangre
Derramadas por el cuchillo de la palabra.
Igual a la mordida de los angeles tristes
De la mirada inquieta de la niña casi despierta
Del placer clandestino de los colmillos incrustados
De la savia brotando callendo contra el suelo.
Entender tu poesia, poesia mia
Poseer tu prisa, inquietud atractiva
Es mi muerte, cuando tu aire entra a mis pulmones
Cuando revientan dolorosamente haciendome desfallecer.
Disminuyendo mis fuerzas, con tu veneno nostalgico
La mirada perdida, y la noche sin fin
Proyectandome entre escorpiones y serpientes
Delirando entre tu hermosura bronzina y el bronce de tu ojos.
Este es mi tedio, mis ojos preñados de involuntario llanto
Siendo yo un mounstro delicado
..Tu ya me conoces, soy semjante al misterio
como un espejo sumbrio y profundo..
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