Tiempo hay en Lima
Yo también me perdone la tristeza
la primera, segunda y tercera
Es más, en diciembre casi me perdoné la muerte
y hasta la vida y hasta el hambre
En fin, hoy que me he perdonado
cuelgo del balcón de un casa inmensa
y leo algo de la orilla, escrito en la arena
Lamento, de corazónmi alma, mi psiquemi deseo, mi sin razónlas piedras puntiagudaslos monumentos a la humanidadel comienzo de los tiemposel tabaco, el licor, lo niños sin padreslos padres sin niños.
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