Ciudadano del mundo
de un mundo en calma
gris y desaliñado
que caminaba por el parque
creyéndose en historias de Balzac
lo suficientemente flojo como para no leerlas.
El creía en tus ojos
y a los ojos
canto unas veces en el encierro
El no se sentía cómodo
al decir las cosas tal y como la multitud quería escucharlas.
Hasta que atisbo
el árbol rojo
dentro de una piscina
bajo la luna de la purpura noche
Y en la piscina una imagen paseriforme
con alas de nube
parecida a las cuales los simbólicos escribanos solían dirigirse y tender.
La imagen
al notar su presencia
se dirigió a nadar
desapareciendo en ese mar de nube en el cual se convirtió la piscina
miró y dejó ver tras sus ojos
Y vio más!
Volvió otra vez a intentar verla
ella había desaparecido
solo quedaba el árbol rojo
quemándose
y evaporando la infusión de en sueño.
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